Me dijo que fuera a su casa a estudiar con ella y como a mí no se me da muy bien estudiar, le dije que sí. Una vez allí saqué mis libros para empezar a estudiar pero ella me los tiró y me pidió que me la follara. A una rubia colegiala como esta no se le puede negar un polvo así que me la follé. En mitad del polvo me dijo que se la clavara por el culo. Joder! Con las pintas de mosquita muerta que tiene y que zorrón está hecha, fue un polvazo en toda regla.