Estas dos tías querían comprar una cama para su habitación, en las casas de empeños a veces hay unos chollos tremendos así que las dos empezaron a ver colchones y parece que ese era el que quería y ni cortan ni perezosas se pusieron a comerse los coños sabiendo que había clientes en la tienda .., pero en una casa de empeños pasan cosas muy muy cerdas.