A todos los hombres les gusta follarse el culo de una mujer, aunque solo sea una vez es algo que todas las esposas nos deberían dejar hacer. A la mía le daba rollo y nunca me había dejado, ella sabía que yo me moría de ganas y finalmente cedió y me dejó romperle el trasero. Me ha costado lo mío pero viendo lo bien que lo pasó creo que esta va a ser la primera vez de muchas.