Fui de vacaciones a Vietnam y uno de los días me entró un calentón. Me habían hablado muy bien de las putas de allí, que se entregaban mucho y te hacían gozar como ninguna, pero no lo supe de verdad hasta que lo comprobé por mi mismo. La puta me costó 3 duros y me eché un polvo de campeonato, como mamaba la cabrona, como cabalgaba, como... vamos que lo hacía todo bien la muy golfa.