Habla con su tatuador y acaba metiendo su polla en su boca y es que para esta morena los tíos con tatuajes tienen algo que le ponen muy cachonda. Después de hablar un rato en el sofá, ella le saca la polla del pantalón y le dice que se relaje que va a disfrutar de una buena mamada y que se acabe corriendo en su cara.