Es un tío con pasta y eso a Jane Wilde le pone mucho. Se lo quiere tirar pero el tío está demasiado ocupado con su trabajo y no le hace ni caso. No pasa nado, ella lo tiene todo controlado, basta con subirse encima de la mesa, abrirse de piernas y que el tío vea lo que hay debajo de ese bonito vestido... La muy zorra no se ha puesto bragas!