Cuando nos imaginamos a la típica secretaria, no nos la imaginamos a ella. Es verdad que la tía está bastante gorda pero tiene unas tetas con las que se camela al tío que ella quiere. Acaba de discutir con un cliente por teléfono y necesita un desahogo para calmarse. Fácil, se saca las tetas y enseguida su compañero de trabajo se calienta y le da polla.