A la gorda no le hace falta el dinero para pagar sus facturas, ella es una zorra y aunque es verdad que le sobran kilos, la tía tiene un morbo que no se lo aguanta. No se le escapa ni uno, tenía que pagarle la factura al fontanero y la guarra se lo cameló y se lo tiró, esa fue la forma en que le pagó la reparación.