Cuando llegó a casa la nueva asistenta me di cuenta de que era toda una zorra. Al rato de estar haciendo ella sus tareas le ofrecí dinero a cambio de tener sexo conmigo y no tardó nada en aceptar. Me comió la polla, me la cabalgó y dejó que terminará corriéndome en su boca. La muy puta ya ha conseguido que le haga un contrato fijo.