Nada más llegar de trabajar me senté en el sofá y sonó el timbre, así que abrí la puerta y me encontré con el pivonazo de mi colega. La muy perra me suplicó que le diese de mi polla y no me pude resistir, pero a cambio le pedí poder grabarlo y ella aceptó. La muy zorra me comió y cabalgó mi polla como si fuese la ultima que iba a poder disfrutar, me dejó la polla ultra seca la guarra.