Siempre me ha puesto muy cachonda mi fotógrafo privado, pero cuando vi la pedazo de polla que tenía entre las piernas no me pude resistir a comérmela y a cabalgarla. Madre de Dios, que pollón más gordo! Ahora cada semana lo llamo para seguir con nuestras sesiones y nuestro sexo, es de lo mejor que he catado nunca.