Menudo par de tetas gasta la nueva mujer de mi padre. La muy cabrona está tela de buena y la otra mañana no se pudo resistir a mi polla. La muy cerda se me abalanzó como una perra en celo y yo no iba a negarme un buen polvazo. Ya me ha quedado muy claro que esta puta está por interés con mi viejo…