Yo lo siento, le quiero mucho, pero mi marido no puede competir con el pollón negro que tiene mi amante. Un día me lo tiré, luego me arrepentí, pero después de catar ese gigantesco pollón negro, ya no puedes vivir sin él. Así que por mucho que quiera a mi marido, no puedo dejar de tirarme a mi amante cuando él no está.