He de admitir que mi compañera de piso siempre me ha puesto muy cachonda, pero cuando mi novio me pilló mirándola tuve que admitirlo. Él me dijo que no me preocupara y que si me quería acostar con ella él me dejaba, siempre y cuando pudiera participar. Así que nada, se lo comenté a ella y terminamos follando los tres en el salón.