He de admitir que nunca he sido de gustos normales… a mí me gustan las cosas diferentes y sobre todo si se trata de mujeres. Cuando conocí a la preciosa Cherry Crush no pude resistirme a follármela, ya que sus pintas raras y su pelo rosa me la empalman de mala manera. Como disfruté de su maravillosa lengua juguetona, su amplia y cálida boca y su precioso chochete.