Con unas compañeras como estas seguro que todos van encantados a la escuela, ahí no hace peyas ni un alumno. Entre clase y clase o cuando algún profesor falta, las colegialas viciosas se ponen a comerse las pollas de sus compañeros, alguna hasta se atreve a follar y se pega una buena corrida. Se arriesgan bastante, si les pillan seguro que es expulsión directa.