Llevarse bien con una suegra está bien, pero meterse en la ducha con ella y acabar follándotela quizá es pasarse. Aunque entendemos al chico, con lo buena que está la mujer, difícil no calentarse y tentarla, ya si encima ella te sigue el rollo y se la suda que su hija sea tu pareja, pues eso, que el polvazo está asegurado.