El chaval se había escondido en los lavabos para fumarse un pitillo pero la profesora le pilló de pleno. Pilló un gran cabreo pero al verse en el lavabo a solas con su alumno, pensó que mejor que discutir sería obligarle a comerle el coño como castigo y eso hizo. Lo que empezó como un castigo hizo que la profesora se pusiera tan cachonda con la comida de coño que al final se acabó tirando a su alumno en los lavabos de la universidad.