El marido de Sheila Gran es adicto al trabajo, siempre se lleva algo a casa y se está hasta altas horas de la madrugada currando. Ella no quiere que esté estresado y para relajarlo le calienta para echarle un polvo o hacerle una mamada. La milf está para comérsela y calentar lo sabe hcace muy bien, pero aun así el marido se hace el remolón, aunque siempre acaba cayendo.