El chico se puso malo viendo como su novia colegiala se comía la piruleta, más que un caramelo parecía que se estaba comiendo una polla. Se calentó mucho y aunque estaban en casa de sus padres, no se pudo contener y se la cameló para echar un polvo. Polvazo fue lo que echaron porque aunque la colegiala no lo aparenta con ese uniforme, es más puta que las gallinas.