A ver, llamemos a las cosas por su nombre. Lo que da gusto no es trabajar con la nueva secretaria, lo que da gusto es poderle follar el coño y el culo aprovechando que es una viciosilla. Eso sí, las horas de trabajo con ella son mucho más amenas, desestresando al personal con estas folladas no me extraña, sus compañeros deben estar encantados con ella.