Hay embarazadas a las que se les quitan las ganas de follar y hay otras a las que les entran más ganas de follar que nunca. Esta es de las segundas y si ya era una viciosa en estado normal, ahora con las hormonas revolucionadas está que se sube por las paredes. Se mete uno polvazos con su chico tremendos, el bombo no le molesta para nada.